VOTAR POR EL FRAUDE O VOTAR CONTRA EL FRAUDE
Por Edgard Macías Gómez,
Presidente de la Asociación de Comunicadores nicaragüenses-USA y del Instituto Cultural Nicaragüense Americano Pablo Antonio Cuadra.
Los últimos acontecimientos en la política nicaragüense han dado lugar a la consolidación del fraude por parte de la dictadura orteguista, incluyendo el desmantelamiento de la débil oposición.
La tiranía ha encarcelado prácticamente a todos los precandidatos que en alguna forma tenían un margen de independencia del actual régimen y solamente han quedado aquellos que forman parte de sus cómplices o son sus títeres o zancudos. Además, también se ha encarcelado a aquellas personas que son señaladas como activistas. Mientras, la oposición política sufre de un defecto lamentable, la falta de UNIDAD y de una verdadera comunicación funcional entre la elite de su dirigencia y los sectores medios y de base del pueblo nicaragüense, condición que ha imposibilitado una verdadera organización que pueda sostener un movimiento popular de protesta, a pesar de la tremenda represión de la dictadura.
Ante todo, se presentan dos alternativas: participar en las elecciones o abstenerse. Algunos se han lanzado a verificarse como votantes, aunque eso no significa que asistirán a votar, pero todos sabemos que vayan o no vayan, el régimen, que controla todos los centros de votación en forma absoluta, los hará votar por si o si, agregándolos a quienes votan por los candidatos de la dictadura y para mostrar que hubo una gran participación en la votación.
Para un partido político sano y decente, el asistir en esas condiciones será una demostración de falta de claridad sobre la realidad o que alguno de sus miembros más importantes aspira a obtener una posición en la asamblea.
Un partido u organización claro de su misión en la nueva Nicaragua, tiene que darse cuenta que no debe seguir usando esos métodos y que una vez más, el NO HAY POR QUIEN VOTAR es la alternativa más respetuosa para el pueblo, y es la que le permitirá presentar en el futuro, cuando de verdad hayan elecciones, una hoja limpia de sus actuaciones, ofreciendo una imagen de verdadera alternativa para los nicaragüenses. Igualmente es hora de que los partidos políticos y las otras organizaciones de la oposición al régimen, busquen la forma de expresar públicamente el rechazo del pueblo a la dictadura y que no están muertos ni eliminados de la lucha. Una labor mínima seria las pintas en las paredes escribiendo lemas de rechazo a esta tiranía. La oposición tiene que mostrar músculo en alguna forma, mostrar que no está muerta. ¡Lázaro, sal fuera!
Se vaya o no se vaya a votar, el régimen, que es quien controla las mesas de votación y cuenta los votos como le da la gana, hará lo mismo de siempre, hará fraude. Repetirá la expresión que tuvo el primer Somoza en 1946 cuando intercambió los votos atribuyéndose a él los votos de la oposición, que lo había derrotado, exclamando: ¡A mí no me joden, estos son los resultados!
El no ir a votar y mostrar en público que hay una enorme abstención, mostrará, como en las pasadas elecciones en donde hubo una abstención superior al 70%, que también esta vez hay que mostrar el rechazo al régimen y su fraude, no yendo a votar. No se trata de votar por el fraude, se trata de votar CONTRA el fraude.
