14 DE JULIO: DIA DE LA BANDERA NICARAGÜENSE

Por Edgard Macías Gómez

La bandera es uno de los símbolos más puros que puede tener un pueblo. Representa los mejores valores de ese pueblo, su identidad, su pasado, su futuro, sus esperanzas, sus aspiraciones.  Es el símbolo que por antonomasia une a los integrantes de una nación, independientemente de sus clases, sus estratos sociales, sus diferencias sociales y económicas, sus colores políticos, su sexo, su edad. Originalmente era la enseña a la que seguían los combatientes de un ejército, pero con el tiempo ha pasado a ser un signo de paz, un símbolo que invita al trabajo y a la unión. A luchar cívicamente juntos para hacer grande y mejor a la patria. Decir bandera es decir patria, el lugar que los padres fundaron y nos heredaron, por eso a estas alturas no hay país que no tenga su bandera la cual es elaborada con amor tratando de reproducir los mejores sentimientos y propósitos de los hijos de cada país.

Los nicaragüenses tenemos años de amar y respetar a nuestra bandera, desde que se diseñó y aprobó oficialmente la primera en tiempos del presidente José Santos Zelaya pasando por diversas modificaciones a través de los tiempos y etapas del país, tratando de reproducir los mejores valores alcanzados por nosotros como pueblo.

Nuestra bandera proviene de la original bandera de la República de Centroamérica y a pesar de sus modificaciones ha conservado lo esencial de esa etapa, el color azul del cielo, el blanco de la pureza, con un escudo tachonado de volcanes y un mar precioso que nos rodea y que reproduce la patria tierra de lagos y volcanes.

Siempre hemos tratado con amor a nuestra bandera y en los desfiles escolares era un orgullo pasar por el sitio en donde las autoridades presidian las fiestas patrias y mientras desfilábamos saludábamos a la bandera y luego hacíamos el juramento de amor y fidelidad a ella, que era el amor y fidelidad a la patria, al terruño, a trabajar por hacer un mejor país en donde hubiera bienestar para todos los habitantes.

Pero a partir del 2018 hemos retomado con mayor amor- y con angustia- el respeto a ese símbolo, cuando insensatos hijos enloquecidos por una ideología criminal y las ansias de poder, han pretendido prohibir el enarbolar la bandera que nos representa y une a todos los nicaragüenses y sustituirla por otra que solo representa las ambiciones y locuras esquizofrénicas de una banda de malos hijos.

Hoy por hoy, enarbolar la bandera azul y blanco, es decir presente en la lucha en contra de la tiranía que nos oprime y es afirmar nuestro objetivo de ser libres y de construir una patria grande, a como la soñó nuestro poeta mayor.

Recuerdo a un amigo de colegio que siempre recitaba una linda poesía cuyos primeros versos decían:

Bandera de mi patria, está completa

la ambición de mi pecho entusiasmado,

porque para cantarte soy poeta

y para defenderte soy soldado.

Hoy, en el Dia de la bandera, nosotros los nicaragüenses refrendamos esos deseos en esta nuestra hora en que nuestra bandera azul y blanco representa nuestras mejores esperanzas como pueblo.